Algunas reflexiones sobre el uso de las redes sociales.

por chamlaty

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Cada vez son más los intérpretes (intérpretes para los servicios públicos, intérpretes de conferencia, intérpretes del ámbito jurídico, sanitario, militar, intérpretes de lengua de signos, etc.) que utilizan las redes sociales para comunicarse e intercambiar opiniones y recursos. Las redes sociales son útiles y amenas, pero conviene recordar que nosotros, intérpretes, estamos «obligados a mantener el más estricto secreto profesional, con respecto a todas las personas y a toda la información revelada en el transcurso de la práctica de la profesión en cualquier reunión no abierta al público»

Como apasionado de la tecnología que soy, siempre he tratado de encontrar el equilibrio correcto entre el carácter social de las redes y la confidencialidad. Por eso, me gustaría compartir algunas reflexiones y espero que resulten útiles para los intérpretes activos en las redes sociales o que estén considerando unirse a alguna de ellas.

Estoy convencido de que podemos utilizar las redes sociales de manera positiva para dar a conocer nuestra profesión, así como para comunicarnos, interactuar los unos con los otros y compartir puntos de vista, buenas prácticas, artículos interesantes, glosarios personales y demás. Sin embargo, si no empleamos las redes sociales de forma adecuada, corremos el riesgo de desprestigiar nuestra profesión.

Por dónde empezar

Tienes a tu disposición todas las plataformas sociales habidas y por haber para fines personales o profesionales. Sin embargo, es recomendable separar la vida personal (amigos y familiares) de la profesional (compañeros y clientes). Para ello, lo mejor es crear diferentes perfiles (utilizando distintos nombres de usuario).

Si lo que prefieres es mantener un único perfil, también es posible separar las actividades personales de las profesionales, ya que muchas redes sociales permiten compartir contenido de forma selectiva: en Facebook existen grupos; en Twitter, listas; en Google+, círculos; etc.

Qué puedes hacer

Las redes sociales te permitirán intercambiar experiencias e ideas o poner de manifiesto lo que está pasando en nuestra profesión. Lo más importante es ser honesto y de confianza, respetando a los usuarios y colegas.

Se recomienda encarecidamente proteger tu privacidad y la de otros. Es fundamental leer los términos de uso y cambiar la configuración de seguridad (y volver a comprobarla cada cierto tiempo) en función de tus necesidades antes de lanzarte a las redes sociales.

Después de haber realizado los ajustes básicos, empieza a compartir contenido interesante respetando la confidencialidad. Por ejemplo, es posible contar cosas generales del trabajo sin mencionar las circunstancias específicas.

El sentido común y la moderación son dos características esenciales a la hora de poner un me gusta, añadir a alguien a un círculo o agregar a personas a grupos o listas para chatear con ellas. Recuerda en todo momento que las personas, empresas o marcas que estás siguiendo o con las que estás enlazado reflejan una imagen concreta de ti.

Por supuesto, existen muchas formas de utilizar las redes sociales para prepararte antes de un trabajo (por ejemplo, pidiendo ayuda a la comunidad social para encontrar un glosario de pesca). Sácale el máximo partido a todas las oportunidades que ofrecen las redes sociales para aprender e intercambiar información. También son útiles para mantener el contacto con compañeros y clientes tras un día de trabajo, creando sentido de comunidad.

Qué evitar

Internet actúa como amplificador de todo lo que uno dice. Por regla general, no cuelgues nada que no te gustaría ver publicado en un periódico. Si quieres proteger a tu familia, comparte los detalles personales o las fotos de familia únicamente con buenos amigos y parientes.

Compartir en las redes sociales quejas o experiencias profesionales negativas sobre una conferencia o los ponentes, o incluso publicar los documentos o fotos de una reunión, puede dañar la percepción de la profesión, basada en la discreción y el respecto de la confidencialidad. Además, no deben mencionarse nombres de clientes sin su autorización expresa, y las fotografías tomadas durante un acontecimiento solo pueden compartirse con el consentimiento previo del cliente y, si ha lugar, de los colegas que aparezcan en ellas.

No compartas información personal de la que te puedas avergonzar ni el hecho de que no me gusta o «no sé nada» sobre un tema específico (por ejemplo, «contabilidad»), ya que podrías dar a otras personas una impresión equivocada de ti. Recuerda que el humor o la ironía no siempre se entienden en Internet, especialmente si los que lo leen no te conocen bien.

Ojo con compartir tu ubicación. Comprueba que has desactivado el servicio de envío automático de ubicación en las redes sociales que usas. Los mensajes automáticos de ausencia o vacaciones o publicar en las redes que uno se encuentra «trabajando en Bruselas» son una invitación a voz en grito para que los ladrones vayan a visitarte, sobre todo si es fácil encontrar tu dirección particular en Internet.

Ten en cuenta que los fragmentos musicales y de vídeo, la letra de canciones, los gráficos, textos, etc. están protegidos por los derechos de autor. Los edificios (incluyendo sus interiores) y las obras artísticas tales como cuadros, esculturas, objetos artesanales, obras arquitectónicas, ropa, etc. también tienen copyright. Respeta siempre los derechos de propiedad intelectual y solicita el permiso previo del propietario. En caso de duda, es preferible no utilizar el material.

Durante el trabajo

Evita el uso de las redes sociales mientras estés de servicio (en la cabina, en el hospital, tribunal…). Si sientes la necesidad de ponerte al día durante la jornada, aprovecha la pausa del mediodía o espera a que acabe la sesión.

Incluso las breves actualizaciones de estado durante la interpretación o los comentarios inocentes del tipo «uuf, esta reunión es dificilísima» o «todavía en cabina y estoy reventado» podrían redundar en perjuicio de tu reputación profesional. Al fin y al cabo, tienes la obligación de concentrarte en la reunión o conferencia de principio a fin. Además, el cliente podría darse cuenta de que has estado en las redes en horario de trabajo, lo cual podría interpretar como que estás faltando a tus obligaciones contractuales.

Así que…

¡No tengas reparos en aprovechar las ventajas que ofrecen las herramientas de comunicación online! Con un poco de perspicacia y sentido común podrás sacarle el máximo partido.

Visto en AIIC. «Algunas reflexiones sobre el uso de las redes sociales«. aiic.net. March 11, 2013.  <http://aiic.net/

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