Las claves de Johan Cruyff

¿'Manchar' la camiseta? No, gracias

¿Vale la pena perder tu singularidad a cambio de ingresar un cantidad de dinero que no llega al 10% del presupuesto? Yo creo que no, porque esta singularidad, unida a todo lo que representa el club, no tiene precio.

Sandro Rosell, presidente azulgrana, dialoga ayer con el dirigente de la Real, Jokin Aperribay, en el palco del Camp Nou.

Sandro Rosell, presidente azulgrana, dialoga ayer con el dirigente de la Real, Jokin Aperribay, en el palco del Camp Nou.

Johan Cruyff

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Estoy totalmente en contra de poner publicidad en la camiseta a cambio de dinero. Y diría exactamente lo mismo de haber sido otro presidente, otra junta, la que hubiese dado el visto bueno a esta operación. Donde unos ven unas cifras increíbles (30 millones por año durante cinco temporadas), yo veo que esto equivale tan solo al 6 o 7% del presupuesto (en función de cómo se valore el amistoso incluido en el contrato).

Eres único en el mundo, nadie ha mantenido intacta su camiseta toda su historia y a la vez has sido competitivo como el que más. ¿Venderás esta singularidad por el 6 o 7% de tu presupuesto? Con lo que significa el Barça y lo que transmite de distinto al mundo, ¿no hay otras formas para aumentar los ingresos? ¿Ahí se acaba la genialidad de los nuevos gestores? ¿Tan estúpidos eran los anteriores?

Y aquí no vale eso de que nos hemos visto obligados a..., por culpa de... Porque aquí todos los que entran, ahora y hace siete años, heredan o dicen que heredan unas cuentas en números rojos. Pudiendo hacerlo, tampoco lo hicieron ni Núñez ni Gaspart. ¿Genialidad o estupidez? ¿Es genial hacer lo que hacen el 99,9% de los clubs en el mundo? ¿Eres un estúpido porque eres el último en hacerlo? ¿Tan geniales son que ellos han visto en tres meses lo que los otros no vieron en siete años? ¿Tan dormidos estaban?

La gran diferencia

El Barça cobrará más que nadie por vender su camiseta porque actualmente es el mejor equipo del mundo. Siendo ciertas las dos cosas, ¿de quién es el mérito? ¿Por qué aprovecharse ahora y no antes? En cifras globales, dejar de ser único, distinto a todos, podría valer la pena si supusiera cubrir la totalidad de tu presupuesto. Quizá el 80%, el 60%. Nunca a cambio del 6 o 7%, como es el caso.

Yo entiendo que así pierdes más que lo que ganas. Que das un paso atrás enorme. Que pasas a ser vulgar, entendiendo la vulgaridad como algo extendido, algo que ya hacen todos. Que el Barça es bandera en la ciudad, en el país, en el mundo. Y que por eso ha de haber otras maneras de ingresar cifras similares a las de la venta de la camiseta al mejor postor. Vendiendo la camiseta, me demuestran que son muy poco creativos.

¿Y por qué cinco años? O seis, como he leído. Mi experiencia con los contratos largos es que lo que hoy parece mucho, pasado mañana es poco. ¿A qué estará obligado el club a cambio? ¿Cuántos partidos al año obligará a disputar al primer equipo? ¿Cuántos actos se deberán hacer, con quién y dónde? En función de todo ello, el valor de la cifra final por la venta de la camiseta es uno u otro.

¿Vale la pena dar este paso? Yo creo que no, que de ninguna de las maneras. El Barça, tal y como es, es excepcional. Su trabajo con la cantera, su filosofía futbolística, su modelo de club, en definitiva, es hoy una garantía y la envidia de todos. Que aquí no se ha llegado en tres meses, sino con el trabajo de muchos durante muchos años y con una idea suficientemente clara de qué queremos, quiénes somos y qué quiere nuestra gente. Que el dinero, aún siendo importante, no es garantía de éxito. Solo hay que repasar los presupuestos de unos y otros en España, en Europa, en el mundo, para comprobar que no siempre gana el que más ingresa. Que el fútbol se juega con un balón y con una idea, con un estilo. Que el mismo Barça es la mejor prueba de que se pueden hacer no bien, sino muy bien las cosas, renunciando a ingresar dinero por la camiseta.

Lo más fácil de hacer

Errores, en una gestión de club que abarca tantas cosas, cometen todos. Es imposible que no sea así. Pero de ahí a dar el paso para ser como los demás, no vale la pena. Porque si la cuestión está en los números, pasarlos de rojos a verdes, al año exacto en que te haces cargo del club, esto podrían haberlo hecho otros mucho antes. La camiseta estaba ahí para todos.

¿Qué paga el Barça por llevar el logo de Unicef en su camiseta? Sí, porque el Barça paga, no cobra. ¿Un millón y medio al año? Si tan mal están las cosas, recorta también por ahí. Fuera Unicef, fuera todos los valores que representa y te olvidas del encaje de bolillos que estás intentando hacer con unos y otros y tu camiseta. Porque sabes que, a más dinero rápido, más éxitos. No, perdón, que esto ya se tenía. Y un modelo. Y un estilo. Y una manera de trasmitirlo.

Falta imaginación

Descartado este punto, entonces se trata de dinero rápido para una economía más saneada. Genial. ¿Cómo no nos habíamos dado cuenta antes? Seremos los últimos en hacerlo, los últimos que por fin lo ven. Pues seré un idealista o un romántico, pero mi mentalidad deportiva me lleva a querer mejorar siempre. Y el modelo actual es viable y mejorable. Único en el mundo. Yo no renunciaría a ello sin antes agotar otras fórmulas más imaginativas.