Proyecto Kimora: Carambola de tres bandas para desfalcar a Pemex

sábado, 23 de febrero de 2019 · 18:00
Cuando Emilio Lozoya Austin estuvo al frente de Pemex, la empresa tuvo una sangría millonaria de la cual se beneficiaron el propio directivo, así como Fabio Massimo Covarrubias Piffer y Ricardo Salinas Pliego –el conspicuo aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador– a través de las compañías de estos dos personajes. El triple desfalco se realizó mediante el Proyecto Kimora y consistió en la compra de Grupo Fertinal. Los implicados sabían de las irregularidades y el 31 de marzo de 2016 el Comité de Información de Pemex reservó por seis años toda la información relativa a la transacción. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En 2015, desde la Dirección General de Pemex, Emilio Lozoya Austin y su equipo de asesores diseñaron la compra de la empresa productora de fertilizantes Grupo Fertinal en poco más de 13 mil millones de pesos. La operación, bautizada como Proyecto Kimora, consistió en un triple desfalco a Pemex y tuvo entre sus protagonistas centrales al multimillonario Ricardo Salinas Pliego, el empresario aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador. Uno: A través de un fideicomiso abierto en Banco Azteca, propiedad del propio Salinas Pliego, los accionistas encabezados por el empresario Fabio Massimo Covarrubias Piffer vendieron a Pemex su empresa por 203.4 millones de dólares, cuando en realidad valía 15 millones; es decir, menos de una décima parte. Dos: Pemex compró la empresa aun cuando ésta tenía una deuda de 425.8 millones de dólares, de los cuales 406 millones eran créditos contratados con Banco Azteca y Arrendadora Internacional Azteca (AIA), ambas de Salinas Pliego. Según el proyecto, Pemex deberá reembolsar ese monto durante los próximos 16 años mediante dos créditos: uno de ellos celebrado con Nacional Financiera (Nafin), Bancomext y… el propio Banco Azteca, por 360 millones de dólares. Tres: El 25 de septiembre de 2015, unas semanas antes de la transacción y mientras Grupo Fertinal estaba sujeto a auditorías para cumplir con el proceso de due diligence, los accionistas se otorgaron a sí mismos un dividendo por 871 millones 500 mil pesos –poco más de 51 millones de dólares–, que Pemex pagó el día que compró la empresa. (Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2208, ya en circulación)

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