Dirección: Laura Mañá
Reparto: Alex Angulo, Elisabeth Margoni, José Sancho, Mariola Fuentes, Pilar Bardem
Título en V.O: Sexo por compasión
Nacionalidad: España Año: 2000 Duración: 109 Género: Comedia Color o en B/N: Color Guión: Laura Mañá Fotografía: Henner Hofmann Música: Ramón Paus
Sinopsis: En un pequeño y desolado pueblo, Dolores es la única que mantiene cierto optimismo. Cuando su marido la abandona, decide pecar por primera y se acuesta con otro hombre. Esta decisión desencadena una reacción tan surrealista como inesperada: los hombres del pueblo pugnan por compartir con ella su cama y, mientras tanto, sus esposas se muestras satisfechas de que la felicidad haya vuelto a la localidad.

Crítica

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Escondido en un juego que solo los seres omniscientes pueden encontrar divertido, Dios es esa meta que los creyentes quieren atravesar aunque para ello se des- víen en atajos de vicio y pecado. El Día de la Bestia ya explicaba como el mal era el sistema más infalible para provocar el interés del Supremo, lo que no es una novedad, como tampoco lo es que en Sexo por compasión se alcance la santidad mediante la fornicación y el adulterio: el cristianismo posee estas paradojas tan divertidas, las que a Buñuel lo llevaban a predicar la palabra desde el ateísmo. El debut en el largo de Laura Mañà es muy buñueliano, casi sin quererlo, en plan naïf y sin excederse en el abuso del realismo mágico (ese pueblo que parece el de Pedro Páramo, los santitos de cualquier García Márquez...), usando la puesta en escena y la cámara como un buen escritor haría con las frases, un poco como pasaba en Un lugar llamado Milagro, o en la descripción humana que John Steinbeck hizo en Tortilla Flat. No le sienta mal ese aspecto de fábula con un anticlericalismo de Vidas Ejemplares, incluso coincidiendo en la metáfora del color de Pleasantville, y no es que se renuncie a cierta causticidad, pero matizada con un distanciamiento (el contraste entre el serial radiofónico y la acción real) soft: a fin de cuentas estamos ante una hagiografía con todas las de la ley de una puta/santa, o viceversa. Estamos, al menos eso pienso, frente a un acertado homenaje a un gran cineasta, vinculado al maestro de Calanda: Luis Alcoriza parece mirarnos con su tierno humor poblado por mujeres dominantes, rameras, borrachos, vagos, machistas y calzonazos. Un carnal santoral de magia y tequila al cual Laura Mañà le ha encendido varios notables cirios de cariño. Para los tiempos que corren en nuestro cine patrio ya es bastante.Para mendigos de amor, generosos y caritativos. Lo mejor: Mariola Fuentes, `Dios, qué pedazo de actriz! Lo peor: el chirriante doblaje de Elisabeth Margoni.