Esta es la eterna pregunta que siempre le hacemos a las personas que les gusta viajar. Siempre nos gustaría saber cuál es ese lugar que te hizo sentir estar en el lugar más bonito del mundo para poder tomar nota y añadirlo a tu lista de destinos deseados.

Cuando me hacen esa pregunta , siempre me cuesta mucho contestar, porque no hay solo uno, sino muchos. Y por qué esto es así? porque cada lugar no está solo, sino que está acompañado de las emociones que tuviste en ese momento. De las personas con las que estabas, del día bueno que tuviste, de que todo salió perfecto o que, simplemente te sentías bien. Y de eso quiero hablar hoy… de la subjetividad de los lugares más bonitos del mundo.

Cuando a mi me preguntan suelo decir, depende… si es de naturaleza, tal vez Nueva Zelanda, si es la gente, India o Irán, si son los monumentos, Birmania, si es …. y al final, detallo casi cada uno de los países donde he estado.

En mi último viaje, a Irán, hubo un lugar que todo el mundo recomendaba y que decían que era un imprescindible. Cuando llegué allí yo estaba agotada después de una larga jornada nocturna de autobús, hacía muchísimo calor y había muchísima gente. Recuerdo mirar hacia arriba y pensar… pero en serio esto es tan bonito? Tenía previsto pasar la noche allí, así que fui a preguntar al primer hotel y el precio era de lujo para mi, así que cogí mi mochila y me fui pueblo arriba. Cada vez que subía más me preguntaba por qué le había gustado a la gente ese sitio… era, …un pueblo. Así que después de dar una vuelta por todas las callejuelas y tomarme un refresco decidí que no había más que hacer y que mejor me iba ya al siguiente destino. Me fui muy desencantada, por supuesto.

Cuando días más tarde me encontré otros turistas y nos preguntábamos cuáles eran los sitios, hasta aquel momento, más bonitos de Irán, uno de ellos era ese pueblo!

Así que me paré a reflexionar… intenté volver al lugar en mi mente y volver a ver todo lo que vi ayudándome de las fotos que había sacado, pero esta vez sin sensación de cansancio, calor y agobio. Bueno, decidí que sí, que era un pueblo pintoresco muy distinto a los demás, con unos balcones muy bonitos y me di cuenta que tenían una vestimenta diferente. Por supuesto que no puedo decir que me encantó en mi segunda visita virtual, pero sí ganó puntos. Qué le faltaba para poder decir que era un pueblo preciosísimo? las emociones.

Y si cierro los ojos y pienso en cuál fue el lugar que mejor me hizo sentir, que me emocionó tanto que no quería que acabase ese momento, puedo decir que fue Bagan en su atardecer. Estaba relajada esperando a que cayera el sol sobre el horizonte mientras podía admirar la cantidad de cúpulas que había a mi alrededor. Había pasado un buen día de recorrido en bici por toda la zona y estaba maravillada. Estaba con un buen amigo que también estaba emocionado con la escena que teníamos delante. Así que estaban todos los ingredientes para poder encontrar el lugar más bonito donde he estado.

Atardecer en Bagan, Birmania
Atardecer en Bagan, Birmania

Creo que cuando vamos a visitar un sitio tenemos que ir muy tranquilos, relajados y sin estrés. Es mejor ver dos sitios tranquilos que cinco apresurados. Que para poder tener miles de lugares bonitos que recordar, tenemos que ir sin expectativas, sin ansias y, sobre todo, dejar la cámara, al menos una hora. En las fotografías quedan reflejadas las imágenes, pero si nos perdemos las sensaciones que produce el momento, solo será una imagen más.

Este ha sido mi inspiración del día, después de haber revisado cientos de fotos para escoger solo tres para una exposición que en breve haremos…

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7 COMENTARIOS

    • Pues yo he tenido que pensar mucho, y al final me he dejado llevar más por las sensaciones que por la belleza… que también la tiene, y mucho!
      Momentos y lugares memorables… sí, como tu dices, cientos… Yo creo que casi todos los lugares tienen algo especial.
      Y los que seguiremos teniendo viajero!!
      Un abrazo

  1. Para mí uno de los mejores momentos fue en China, una mañana muy temprano totalmente solo contemplando el paisaje de los arrozales de El Espinazo del Dragón de Longsheng.
    Otro gran momento fue en el sur de la India, disfrutando del bullicio de la gente en el templo de Srirangam en Tiruchirappalli.

    Un saludo

    • Hola Juan!
      Dos lugares increíbles y opuestos! la tranquilidad de un arrozal al amanecer (imagino la bruma… el silencio,…) y el bullicio en India, pero que también me imagino emocionante al ver en un templo la devoción y respeto que tienen. Si es que lo que nos mueve finalmente son las sensaciones! 🙂
      Muchas gracias por comentar! Un abrazo!

  2. Para mi no hay duda, las ruinas de tulum de México. Era increíble, para llegar había que atravesar un trozo de selva y un túnel, todo bastante oscuro, pero nunca se me olvidará ese sol cegador al entrar por el tunel excavado en la muralla y de repente encontrarme en una foto, era perfecto el lugar. Era tan bonito que yo estaba cabreadisimo por cosas que habían pasado antes y lo supe apreciar. Lamentablemente solo pude estar unos 10 minutos, una de las razones de mi enfado, que la agencia había organizado el viaje como el puto culo

    • Tengo muchas ganas de México y ¡tomo nota de este lugar! Y sí, a veces las agencias dejan muy poco margen para poder disfrutar de los lugares, pero aún así, ese lugar debió ser increíble, porque pese a tu enfado, sigues teniendo esa imagen como ¡el lugar más bonito donde has estado!.
      Un abrazo y gracias por compartir.

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