El Banco Mundial (BM) dijo este martes que las inversiones públicas y privadas en infraestructuras son una buena fórmula para reducir el elevado desempleo estructural que afrontan algunos países europeos.

"Si los gobiernos pueden impulsar inversiones en infraestructura (...) ese tipo de inversiones pueden ayudar a crear trabajos ahora e impulsar el crecimiento futuro", dijo hoy en rueda de prensa el economista jefe del Banco Mundial, Justin Yifu Lin.

El experto mencionó, en ese sentido, que la propuesta para crear un sistema de bonos europeos destinados a financiar grandes proyectos de infraestructura aprobada a finales de marzo por el Comité de Regiones de la UE apunta en esa dirección.

Lin defendió la participación del sector privado en ese tipo de inversiones, así como las alianzas entre el sector público y el privado.

Mencionó que si Europa es capaz de movilizar entre 1,5 y 2 billones de euros, según lo previsto, entre el 2011 y el 2020 el impacto en el mercado laboral será claramente positivo.

Por su parte, el economista del BM, Andrew Burns, mencionó que no hay "respuestas sencillas" a la crisis laboral que viven Europa y Estados Unidos, entre otros países.

Apuntó que el desempleo que se observa ahora se concentra en el sector que más floreció en los años previos a la crisis: el de la construcción.

"Ese tipo de trabajos no volverán a crearse al mismo nivel que durante los años de bonanza y la gente tendrá que desplazarse a otras partes de la economía", apuntó Burns, quien insistió en que los programas de formación y reubicación laboral son cruciales durante esta etapa.

Lin y Burns divulgaron hoy las previsiones semestrales de crecimiento mundial.

Según el informe actualizado "Perspectivas Económicas Globales", el crecimiento mundial alcanzará el 3,2 por ciento este año y se situará en el 3,6 en el 2012.

El organismo multilateral había adelantado en enero que la economía mundial crecería un 3,3 por ciento en 2011 y un 3,6 en 2012.

Los países en desarrollo serán la locomotora económica global, con un crecimiento esperado del 6,3 por ciento para cada año entre el 2011 y el 2013, frente al 7,3 en el 2010.

El BM había vaticinado en enero que el Producto Interior Bruto (PIB) del mundo en desarrollo sería del 6 por ciento en 2011 y del 6,1 en 2012.

Los países de ingresos altos se situarán en un distante segundo lugar con un crecimiento previsto del 2,2 por ciento en 2011 y del 2,7 y 2,6 respectivamente para el 2012 y 2013.

El informe rebaja en dos décimas el crecimiento previsto para este año frente a las perspectivas de enero y mantiene sin cambios la cifra para el 2012.

El Banco Mundial prevé que la zona euro crezca un 1,7 por ciento este año, un 1,8 en 2012 y un 1,9 en 2013.

El organismo había adelantado en enero un repunte del PIB del 1,4 por ciento en 2011 y del 2 en 2012.