Un bar de copas con luces de baile es un lugar muy apropiado para botar toda la noche, pero no se había visto hasta ahora que para votar también sirva. A falta de otro sitio más solemne, un grupo de estudiantes Erasmus italianos ha transformado este sábado el bar El Ruko de Sevilla en un colegio electoral alternativo para ejercer su sacrosanto derecho al voto y denunciar, como en otras ciudades de Europa, que este domingo miles o decenas de miles de italianos en el extranjero se quedarán sin poder participar en las decisivas elecciones generales entre Berlusconi, Monti, Bersani y Grillo.

Y no podrán hacerlo por la sencilla e incomprensible razón de que, al contrario que en otros países, como España, no hay un mecanismo técnico para que los que están fuera este día de vacaciones, estudiando, trabajando o buscándose la vida puedan depositar su voto por correo o de otra forma, salvo que estén inscritos en un registro de residentes en el extranjero al que se accede tras 12 meses, explica a ELMUNDO.es una de las organizadoras del voto-protesta, Francesca Cosenza.

Las elecciones alternativas de los italianos sin voto se ha celebrado la víspera de las votaciones reales en varias ciudades españolas, como Madrid, Valencia, Vigo o Sevilla, y en otras europeas, como Berlín, Amsterdam o la británica York. Con ellas quieren denunciar a los gobernantes italianos por no haber arreglado a estas alturas la injusticia de que miles de ciudadanos no puedan votar, a la vez que manifiestan su opinión sobre el destino del país, aunque su voto no cuente legalmente.

Dificultades para votar

Dice Cosenza que el principal responsable de esta situación es el candidato y ex primer ministro Silvio Berlusconi porque "en 2006 perdió la elección nacional por el voto en el extranjero y cuando él llegó al Gobierno, lo quitó; sólo puedes votar estando en el extranjero si estás en un registro, pero tienes que llevar 12 meses". Es difícil de creer. ¿No hay ninguna manera de votar si estás fuera? "En todas partes hay voto por correo. En Italia, no. No hay ningún medio. No se puede votar y ya está", lamenta esta estudiante de 24 años de Psicopedagogía que viene del pueblo de Poggio a Caiano, cerca de Florencia, y que en su tierra se gana la vida dando clases particulares, de canguro o como camarera en una heladería.

En el 'colegio electoral' sevillano, en el bar El Ruko de la plaza de la Alfalfa, se han dispuesto entre las 16 y las 20 horas de este sábado dos cajas de cartón a modo de urnas, una para la papeleta amarilla del Senado y otra para la rosa de la Cámara de Diputados. Se invitaba a participar a todos los italianos sin derecho a voto. Han votado 155, de ellos 129 estudiantes (l20, Erasmus), 22 trabajadores y cuatro de otra condición, con una media de edad de 23/24 años. Sólo 41 han querido votar además en la elección del Senado.

Todo se ha hecho de forma humilde pero tan seria como si estos votos fueran a contar. Los miembros de la 'mesa' han controlado que el 'elector' se identifique con su cédula o su pasaporte, y después han hecho el recuento, que puede ser un buen indicador de lo que va a ocurrir hoy en las elecciones 'de verdad' de Italia. Francesca Cosenza contaba antes del recuento que en el debate que han tenido durante la jornada lo único que le ha quedado seguro es que no quieren que gane Berlusconi.

Y, al escrutar las urnas, esto es lo que ha resultado: el gran triunfador ha sido el 'antipolítico' Movimiento Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo, con el 38,1% de los votos en la Cámara de Diputados. Segundo ha sido el Partido Democrático de Bersani (19,4%); tercero, la coalición centrista de Monti (15,5% en la Cámara; no aparece votado en el Senado porque ya es senador vitalicio). La coalición Izquierda Ecología Libertad (SEL en italiano) ha sido cuarta con el 8,4% de los votos. Los de Revolución Civil han sacado un 7,7%. Les siguen Fare (3,9%) y Pensionistas (1,3%). Ha habido cuatro votos nulos.

El frente de Berlusconi ha obtenido el 0,6% de los votos. Sólo le ha votado una persona.