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La agencia de renovables pide doblar la inversión contra el cambio climático

El objetivo es duplicar la instalación de fuentes de energía limpia en los próximos 15 años

Manuel Planelles
Molinos de viento en Alicante, en una imagen de 2014.
Molinos de viento en Alicante, en una imagen de 2014.Tania Castro

En la Cumbre del Clima de París todos miran a las renovables. El sector de la energía —incluyendo el transporte y la construcción— es responsable de más de dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global. Y la generación de electricidad acumula el 42% de las emisiones de todo ese sector.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, en sus siglas en inglés) sostiene que, para poder cumplir con la meta de que la temperatura media a final de siglo no suba más de dos grados respecto a los niveles preindustriales, hará falta duplicar la instalación de fuentes limpias en los próximos 15 años. Además de incrementar la eficiencia, el objetivo que marcan los analistas de Irena es aumentar la cuota de renovables sobre el consumo total de energía del 18% en 2010 al 36% en 2030.

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"Necesitaríamos doblar la inversión hasta llegar a los 500.000 millones de dólares [460.000 millones de euros] anuales en 2020", señala Adnan Z. Amin, director general de esta agencia, de la que forman parte 144 países. "Y se debe llegar a los 900.000 millones anuales en 2030".

Los fondos que han llegado hasta este sector en el mundo se han disparado en la última década. Entre 2004 y 2014, se multiplicaron por seis. El récord de inversión se alcanzó en 2011, con 279.000 millones de dólares. Luego, en 2012 y 2013, cayó. Amin culpa al "contexto internacional" de aquel bache: "La caída fue por la crisis financiera". Pero añade rápido que en 2014 se remontó y la inversión se situó en los 270.000 millones de dólares, cerca del máximo de 2011. "En 2015", anuncia, "va a ser mayor que en 2014 y por primera vez veremos que la inversión en los países en desarrollo es mayor que la de los países desarrollados".

Solar y eólica

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El análisis de Irena apunta a las tecnologías solar y eólica como las que más deben crecer y, por lo tanto, las que más fondos han de recibir. En 2020, la solar tendría que contar con 143.000 millones de dólares (35%) y la eólica con 140.000 (34%). La energía hidráulica estaría en tercer lugar, con 65.000 millones (16%).

Amin resalta la velocidad con la que estas tecnologías han reducido "costes". "Las energías renovables son competitivas respecto a las tradicionales y en algunos casos más baratas". La Irena, en un informe sobre cambio climático, calcula que el coste de los paneles fotovoltaicos se redujo un 80% entre 2009 y 2014; y el de las turbinas para eólica "cerca de un tercio en el mismo periodo".

Amin afirma que "en África las renovables se van a multiplicar por cuatro en los próximos 15 años" y "por tres en Latinoamérica". "En Asia vamos a ver un aumento muy significativo en países como China o la India, sobre todo con la solar".

Pero el responsable de esta agencia apunta a la falta de "certidumbres" en la regulación legal como uno de los principales problemas del sector. "No hay marcos regulatorios coherentes y a largo plazo". Un buen ejemplo sería el de España, que pasó de una regulación muy favorable a cortar las ayudas de cuajo. "Los cambios retroactivos han tenido un impacto sobre las inversiones, que han disminuido", afirma sobre España.

Respecto a los problemas de Abengoa, el gigante español de las renovables, Amin considera que "los cambios de políticas [regulatorias] le han afectado". Aunque también apunta a la "política agresiva" de inversiones de la compañía, que ha hecho que su deuda aumente.

Del ejemplo español —donde la instalación de nueva potencia renovable lleva tres años paralizada— Amin saca una conclusión válida para todo el mundo: "Hay que dar certezas a los inversores".

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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