La comunicación entre Mossos en la carga del 27-M constata que se vieron sobrepasados

  • Pese a que el comisario jefe de los Mossos avisó a los agentes: "a y veinte empezaremos el desalojo", el juez considera que fue una operación de limpieza.
  • La transcripción permite comprobar cómo el uso de la fuerza policial se fue incrementado de forma progresiva en al Plaza de Cataluña.
  • Al menos 120 personas resultaron heridas durante las cargas policiales.
Imagen correspondiente a los altercados del pasado 27 de mayo de 2011 en la Plaza Cataluña de Barcelona, en la que miembros de la acampada del 15-M, que fue desmantelada, intentan tranquilizar a los antidisturbios.
Imagen correspondiente a los altercados del pasado 27 de mayo de 2011 en la Plaza Cataluña de Barcelona, en la que miembros de la acampada del 15-M, que fue desmantelada, intentan tranquilizar a los antidisturbios.
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Imagen correspondiente a los altercados del pasado 27 de mayo de 2011 en la Plaza Cataluña de Barcelona, en la que miembros de la acampada del 15-M, que fue desmantelada, intentan tranquilizar a los antidisturbios.

La transcripción de las conversaciones entre la sala de mando y los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra en la "operación limpieza" del 27-M constata la complejidad del dispositivo, fallos de comunicación con la Guardia Urbana y que los policías se vieron sobrepasados por la reacción de los indignados.

La transcripción de estas conversaciones fue uno de los elementos clave que llevó al titular del juzgado de instrucción número 4 de Barcelona a archivar la causa abierta contra el director de los Mossos, Manel Prat, la exteniente de alcalde de Barcelona Assumpta Escarp y varios mandos policiales.

La transcripción reproduce las conversaciones entre la sala de mandos y los agentes desplegados en la zona entre las 06.39 y las 14.18 horas del mediodía del 27 de mayo, cuando se dio por finalizado el dispositivo, que el juez validó al estimar que la actuación policial fue proporcionada y justificada.

Operación de limpieza

Pese a que en un primer momento, a las 07.15 horas de la mañana, el comisario jefe de los Mossos en Barcelona, Joan Carles Molinero, avisó a los agentes: "a y veinte empezaremos el desalojo", el juez considera probado que se trató de una operación de limpieza, ya que a lo largo de la transcripción se evidencia este objetivo.

Por ejemplo, el propio Molinero se dirige a sus compañeros a las 07.40 horas y pide que se agilicen los servicios de limpieza para que puedan actuar de la forma más rápida: "la prioridad son los toldos, las tiendas y toda la logística importante...dejen estar la porquería del suelo, la porquería pequeña y empiecen a sacar lo más voluminoso".

La transcripción permite comprobar cómo el uso de la fuerza policial se fue incrementado de forma progresiva, ya que a las 07.20 horas el jefe de los antidisturbios afirmaba que estaban preparados para "repeler con la fuerza si fuera necesario" y a las 07.34 horas autoriza a los agentes a ponerse el casco y a utilizar la "fuerza necesaria" para "repeler las agresiones".

Ante la dificultad de sacar los camiones de limpieza, ya que grupos de indignados se sentaron enfrente para impedir su paso e incluso deshincharon sus ruedas, Molinero se dirigió a las 09.12 horas a los agentes para autorizar la "intervención policial mínima" para garantizar la salida de vehículos.

Sobrepasados por los indignados

Las conversaciones reflejan las dificultades del operativo y que los mossos se vieron sobrepasados en algunos momentos por la reacción de los indignados, ya que por ejemplo a las 09.55 horas un agente advertía: "esta situación no se puede aguantar más, tendremos que salir"; mientras que otro pedía a las 10.30 horas más apoyo, ante lo que finalmente Molinero les autoriza a utilizar las lanzadoras de proyectiles.

La situación se fue complicando de tal manera que a las 12.48 horas, cuando Molinero preguntaba si se podía dispersar a un grupo concentrado ante la sede de Banesto, el jefe de los antidisturbios le respondió: "...pelotas, estamos disparando de todo, está...no podemos hacer más, no podemos disparar munición real". "Evidentemente que no, evidentemente que no, sabemos que hacen lo que pueden, pero tenemos la obligación de pedírselo", contestó inmediatamente Molinero.

Las conversaciones también ponen de manifiesto los fallos de comunicación con la Guardia Urbana, ya que a las 12.33 horas uno de los agentes avisa que la Guardia Urbana ha abandonado el cordón del interior de la plaza, el jefe de los antidisturbios responde: "¿he entendido que la Guardia Urbana ha desmontado el cordón de la plaza y se ha ido?".

Cuando la situación estuvo más normalizada, a las 13.50 horas Molinero se dirige a los agentes y les pide que intenten irse y que dejen que la gente "vuelva a la plaza de Catalunya a hacer sus asambleas".

El consejero de Interior de la Generalitat catalana, Felip Puig, defiende que las comunicaciones internas muestran "la dificultad de la operación". En declaraciones este jueves a Rac 1, ha recordado que el juez les ha dado la razón archivando la querella presentada por una cincuentena de afectados, después de escuchar las conversaciones del dispositivo policial.

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