DEmolición de los laboratorios de mi infancia
Mi padre trabajaba en una empresa que se dedicaba a demoler edificios para construir nuevos. Primero visitaba el edificio o construcción a derrumbar para ver que se podía quitar antes de destruirlo. Siempre lo acompañaba en esta fase del trabajo, ya después no. También antes de todo algo muy importante era revisar las radiografias del lugar, así le decía que era ver los planos para ver donde estaba las tuberías, instalaciones eléctricas, las conexiones de gas o cualquier otra cosa que no afectará la demolición y pudiera provocar algo.
La construcción que estaba por demoler era un viejo boliche, cuando entramos estaba lleno de tierra, abandonado, había demasiada basura en el piso, pinos del boliche, souvenirs y una que otra camisa de los equipos de boliche que competían ahí. Inclusive había un equipo de rayos x no se para qué pero estaba ahí en pleno boliche. Revisaron todo y que se podían ir llevando, si algo le servía a alguien lo podía tomar, por ejemplo algunas tablas o objetos no sé lo que fuera, en las demoliciones siempre se encontraban cosas que a más de alguno les servían.
De hecho sacaron el equipo de rayos x y le hablaron a un especialista para que lo revisara y si le era útil se lo podía quedar, el señor que fué dijo que si le servía pues de él podía tomar partes para reparar otro equipo más nuevo en el hospital y seguir sacando radiografias.
Ya habían quitado todo lo que había que quitar ahora si ya podían meter máquinas y destruir el lugar. No solo se podía llegar y destruir así a lo loco, se tenía que empezar de una forma y de un lado. tenían a un viejito, que parecía sensei de karate que se paraba frente a la construcción y decía por donde empezar a derrumbar sin afectar a las casas y construcciones de alrededor. El señor solo decía eso y después se marchaba. ha otra demolición.
Entraron las máquinas y empezaron a destruir todo, se escuchaban los crujidos de los vidrios, fierros, los ladrillos caer. Usaban un como tractor como con una garra la cual iban rompiendo el techo todo lo que estaba a su paso, iban bastante rápido, conforme avanzaban iban destapando cosas, como la bodega de pelotas de boliche, nadie peló esa bodega, las pelotas empezaron a caer de los anaqueles y el camión las reventaba al pisarlas, parecían chicles de bolita cuando los hacia pedazos el camión.
En un día de molían todo el cascarón del edificio, bueno en medio día, después llegaron las personas que se llevarían los escombros, ellos también separaban el metal que podían reciclar. Demoler un edificio así puede ayudarte a conseguir algo de efectivo vendiendo las tuberías de metal o de cobre. También en caso del boliche, la duela pudo obtenerse bastantes pedazos de madera que se podían utilizar en otros pisos o para hacer otras cosas. Derribar edificios es un trabajo duro pero alguien lo tiene que hacer. En ese espacio planeaban construir un edificio habitacional bastante moderno y lujoso.
La construcción que estaba por demoler era un viejo boliche, cuando entramos estaba lleno de tierra, abandonado, había demasiada basura en el piso, pinos del boliche, souvenirs y una que otra camisa de los equipos de boliche que competían ahí. Inclusive había un equipo de rayos x no se para qué pero estaba ahí en pleno boliche. Revisaron todo y que se podían ir llevando, si algo le servía a alguien lo podía tomar, por ejemplo algunas tablas o objetos no sé lo que fuera, en las demoliciones siempre se encontraban cosas que a más de alguno les servían.
De hecho sacaron el equipo de rayos x y le hablaron a un especialista para que lo revisara y si le era útil se lo podía quedar, el señor que fué dijo que si le servía pues de él podía tomar partes para reparar otro equipo más nuevo en el hospital y seguir sacando radiografias.
Ya habían quitado todo lo que había que quitar ahora si ya podían meter máquinas y destruir el lugar. No solo se podía llegar y destruir así a lo loco, se tenía que empezar de una forma y de un lado. tenían a un viejito, que parecía sensei de karate que se paraba frente a la construcción y decía por donde empezar a derrumbar sin afectar a las casas y construcciones de alrededor. El señor solo decía eso y después se marchaba. ha otra demolición.
Entraron las máquinas y empezaron a destruir todo, se escuchaban los crujidos de los vidrios, fierros, los ladrillos caer. Usaban un como tractor como con una garra la cual iban rompiendo el techo todo lo que estaba a su paso, iban bastante rápido, conforme avanzaban iban destapando cosas, como la bodega de pelotas de boliche, nadie peló esa bodega, las pelotas empezaron a caer de los anaqueles y el camión las reventaba al pisarlas, parecían chicles de bolita cuando los hacia pedazos el camión.
En un día de molían todo el cascarón del edificio, bueno en medio día, después llegaron las personas que se llevarían los escombros, ellos también separaban el metal que podían reciclar. Demoler un edificio así puede ayudarte a conseguir algo de efectivo vendiendo las tuberías de metal o de cobre. También en caso del boliche, la duela pudo obtenerse bastantes pedazos de madera que se podían utilizar en otros pisos o para hacer otras cosas. Derribar edificios es un trabajo duro pero alguien lo tiene que hacer. En ese espacio planeaban construir un edificio habitacional bastante moderno y lujoso.