Sin recordar el incendio

01.10.2013 17:05

Era uno de esos días, de esos que uno no quiere recordar mucho, pero a la vez quiere saber bien qué pasó, entonces les recuerda… Pero, todavía no sé qué pasó ese día en la casa donde vivía. Algunas personas habían llegado a vivir allí, otras acababan de partir y la mayoría ni siquiera habían notado los cambios intrépidos: yo era una persona completamente diferente. Usaba trajes finos solamente para ver cómo se veían en mí, pero no tenía un trabajo, ni siquiera un sueldo que permitiera el uso de esos extravagantes sombreros… lo había logrado pero no sabía qué.

Una persona me habló acerca de las mangueras contra incendio y sobre su potencial, pero a mí no me parecían del todo, debido a que no entendía su uso al cien por ciento. Cuando mi amigo me trató de informar acerca de su importancia se desesperó tanto que sacó un cuchillo de su mochila y me dijo “así son las cosas, tienes que entenderlas”.

Entonces por supuesto que entendí aquello que me quería explicar, pero no era meramente porque él supiera la manera apropiada de explicarlo, sino porque ese cuchillo estaba muy filoso y siendo apuntado contra mi cuello se podía sentir que la cuchilla no era cualquier cuchilla, de seguro era proveniente de algún país como Brasil o Alemania.

De seguro él tenía un gran interés sobre las mangueras contra incendio, lo cual meramente no sabía por qué. En su cuarto tenía muchos pósters con fotografías de esos equipos. Algunas de las canciones que escuchaba eran sobre eso mismo también y muy de vez en cuando me hablaba de un sueño que tenía en el cual quería ponerse a fabricarlas.

Sin embargo, no es posible decir que él fuera mi mejor amigo. De hecho, creo que realmente no lo era. A veces íbamos a unos bares de la ciudad que están ubicados en el centro y que no tienen ningún equipo contra incendio, pero me desesperaba ver que este amigo se ponía a platicar mucho con los dueños, a tratar de sonsacarlos para que instalaran aquellos sobre los bares.

En fin, creo que él era un personaje muy caricaturesco. A veces usaba ropas muy usadas que se veían muy curiosas, luego no usaba sombreros pero tenía el cabello o muy sucio o muy limpio, así como cualquier personaje de caricatura. Nunca quería ir a lugares donde no hubiera equipo contra incendio, y no lograba entender que las personas no apreciaran su uso.

Creo que era un personaje de la antigüedad que había quedado rezagado y que no había tenido la suerte, así como los dinosaurios de haber extinguido. El no sabe que yo hablo de él, porque de hecho ya no tenemos ninguna comunicación, por lo menos no vigente, y además hace años que no le he vuelto a ver.

Ojalá y algún día nos topemos en algún bar o algo así para hablar acerca de las cosas que tanto nos gustaban, como eso de los equipos, o de computadoras, también hablábamos sobre OVNIS, sobre la política en México, las nuevas universidades y carreras alrededor del mundo, los nuevos acontecimientos como la guerra de Irak, y muchas cosas. Creo que no es de nadie tener el don de desaparecer, pero él sí lo tuvo, ojalá y ese don también lo pudiera tener a veces.